lunes, abril 02, 2007

Un día como cualquier otro

Siendo las 6:30 de la tarde, ya podía decir que durante el día se había enamorado 3 veces...

En la mañana al salir de su casa, de camino al trabajo vio la mujer de sus sueños, joven, de ojos cafés y mirada transparente, con prisa de llegar a ninguna parte (como todo el mundo), sonrisa de atardecer a la orilla del mar y con la sutil gracia que solo la serenidad puede lograr.

Después, a su correo llegó una foto de una amiga de la infancia, en la foto aparecía el rostro de una niña que había realizado grandes esfuerzos por mantener la ternura de la niñez, y que al mismo tiempo trataba infructuosamente de verse madura, cachaquizada a la fuerza y conservando el desparpajo del habla costeña... al verla y leer el correo el pensó que finalmente había encontrado a la madre de sus hijos, y que si se tomara un café con ella, seguramente quedaría enamorado al tercer sorbo.

Sin embargo, a las 5:00 pm en medio de las últimas diligencias del día laboral, dotado de su descontrol habitual, y debido a la lluvia dejó caer papeles, papeles que otra mujer le ayudó a recojer... Ejecutiva con gafas oscuras para ver el mundo con otras tonalidades, (protegiéndose al mismo tiempo de las barbaridades del mundo real), de estilo recatado y pelo recogido, de piernas largas y tacones negros, de tristeza escondida y belleza inmarcesible...

Siendo las 6:30 de la tarde ya podía decir que se había enamorado 3 veces, y es que ya eran tres mujeres, que en menos de 10 horas le habían robado el corazón (si tal cosa es posible), y que eran un regalo de dios ( si tal ser existiera), sin embargo, de que servía conocerlas o al menos tener la suerte de haberse topado con ellas si no les hablaba?, acaso cuantas veces se que ver y/o conocer al amor de la vida para estar seguro?.

De regreso a su casa, con el típico cansancio de un día laboral acuestas, extrañamente dejó de sentirse desolado (o mas bien estúpido), por dejar pasar tres veces a la mujer de sus sueños ( por pasar léase... no hacer nada, ni siquiera esperar que el destino lo ayudase), por haber tenido la posibilidad de conocer a tres personas que podrían llenar su vacío y ver con él hacia el mismo lado..., y sentía una sensación de tranquilidad inexplicable (por no decir que ridícula).

Llegó a su casa, saludó a su esposa (igualmente cansada y abrumada), tomó un café ( que era un boleto seguro al sueño al no tener la capacidad de asimilar la cafeína), se sentó en la sala a disolver una disputa que había quedado pendiente con su esposa desde la mañana (haciendo eco de la frase que les dijo el sicólogo de no dormirse sin antes resolver los problemas conyugales), y lamentablemente para él el somnífero estaba haciendo su trabajo...

Hablaba con ellas mientras pensaba, porque antes era diferente, porque diablos antes el problema a tratar a esa hora del día era la gran cantidad de ropa puesta, porque antes sentía una sensación exquisita al recibirle una llamada y porqué (maldita sea) antes prefería escucharla que irse a dormir...

En medio de la discusión, (y para alivianar las cosas), ella le preguntaba por cuales habían sido sus puntos altos y cuales sus puntos bajos durante el día (estrategia de final del día sacada de alguna película), él (tal vez obviamente) omitió las partes de día en que se enamoró, pero incluyó las parte en la que se acordó de ella (sintiendo otra vez una sensación de tranquilidad inexplicable pero ridícula), y como punto bajo le contó que sin querer se le habían mojado los papeles que daban fin al préstamo del banco... aunque de todas maneras se los aceptaron... (sin embargo no hubo ninguna celebración; es como si hubiera dicho algo tan relevante como que compró otra marca de café para probar algo diferente...).

Y en medio de esos silencios molestos, (preludio de aquellas barbaridades que se dicen cuando no hay nada coherente o amable por expresar...), ella le dijo que su punto bajo a pesar de la presente conversación era el ver la cara que haría él a lo que tenía por decir y que tenía que ver con su punto alto en el día... ... ... (qué? como así? más?, no jodas!!!)..., recordándole tiempos de sueños y promesas entre los que se encontraba el irse... del país, estudiar y regresar.. él puso su cara de felicidad, seguida tres segundos después por la cara que ella estaba esperando... ( o no? ).

Estupefacto y encegecido por la inmensurable tristeza (en alguna parte guardaba la esperanza de que no...), atinó solo a hacer le una pregunta: mmm ya que te vas que crees que sería más grande, tu miedo a perderme o la falta (más bien ausencia) de contacto físico?... Y mientras ella pensaba en la respuesta él recapitulaba sobre si habría una contestación errónea o no.
La respuesta que ella le dio fue la respuesta errónea que él presupuestó, le respondió que tendría más miedo a perderlo... ( teniendo en cuenta la presente y penosa situación, el decirle que le tendría más miedo a perderlo tiene un tácito dejo a que no habrá futuro, a que en el valle de los tórtolos el cursi es rey y que la relación esta tan débil como cuando llevaban un mes), entonces él se levantó le sonrió y se fue a dormir, mientras ella, (con el entendimiento y comprensión mutua que dan los años en pareja) le dijo con los labios entreabiertos y sin voz... te amo!!! (con un sentimiento pocas veces mostrado por ella).
A la cama llegó doblemente cansado (física y moralmente), sin embargo el dueño fue profundo y reparador... Al otro día ya con más ánimos se fue despertando lentamente (ya que era sábado y la lluvia invita a hacer pereza), la primera vista de la esposa fueron los ojos de su marido quien le había cuidado el sueño hacía dos horas, y mientras ella volvía a dormir otro poco, él se dio cuenta el porque de esa sensación de tranquilidad inexplicable (pero que esta vez ya no se sentía ridícula).
Recapitulando el día anterior, se despertó se bañó, saludó a su esposa y peleo con ella, salió a trabajar se enamoró de la niña que tenía la sonrisa de su esposa (de cuando eran novios), después se enamoró de la amiga que al igual que su esposa trataba de permanecer joven en un empaque de vejez, además se enamoró de la belleza inmarcesible que aún veía en su esposa, (tal vez es por eso que no les habló a ninguna de ellas, y tal vez era la razón de que la sensación de ridiculez desapareciera).
También recordó que el llegar a su casa fue un infierno a pedacítos (si tal sitio existiera), comprendió que más allá de la rutina el problema es que seguían siendo ellos mismos, que el café de noche es mala idea y que como dijo el filósofo "a veces, entre menos volumen tienen sus palabras, más sentimiento envuelven en su mensaje", (referencia a cuando le dijo te amo).
Además, aparte de darse cuenta que de nada sirve el quererla si no se lo demuestra y que no existe tal cosa como el amor perfecto (al menos en el mundo real), su punto alto de ayer fue la reunión de aquellos pequeños pedacítos de felicidad efímera, desde los papeles, las tres veces que se enamoró, el reencuentro con una amiga de infancia, las buenas noticias de su esposa, el café y la pelea con la mujer que alguna vez amo...
Lo curioso es que ésos mismos pedazos que componían su punto alto del día, al mismo tiempo eran los que conformaban su punto bajo... (es decir ayer fue un día como cualquier otro).

Espere: Ésto sólo me pasa a mi.

4 comentarios:

Unknown dijo...

oye, que bonito, te tienen super inspirado... muy buen post, Un abrazo TantraGuy...

Photosynthetica dijo...

Se me cruzaron tantas cosas por la mente... entre ellas una canción de Alejandro Sanz. Eso debe ser lo poderoso de lo buen escrito de una historia.
Un abrazo.

dr. jekyll y mr. hyde dijo...

WOW, que buen post.

Unknown dijo...

Bueno resulta que es increible la capacidad o la habilidad que tiene un a persona para escribir y mostrar un punto como ese.

Un hombre que vio aspectos de su esposa en tres mujeres, es simplemente el resumen de dicha historia tan larga. Pero lo que mas importa es la dedicacion y el detallismo el cual es escritor demostro en su historia...

jajaja.. bueno y entretenido
mucha que buena cancion tienen en el home.. le hace el perfecto acompaniamiento a la lectura y la hace bien entretenida.